Traductor
domingo, 25 de agosto de 2013
Noté cómo el pecho subía y bajaba mientras mi respiración se aceleraba por el inminente llanto que vendría en aquel momento. No podía volver, pensé agarrándome el pelo y apretando los dientes. Cogí la almohada, me la coloqué en la boca y grité con todas mis fuerzas.
Es entonces cuando me vino a la mente un maldito flashback, uno de los tantos que me golpeaban como tortas por la noche, impidiéndome dormir. El peor de todos, el que siempre empezaba, agarrándome del pelo y susurrándome insultos al oído. Llevaba cinco minutos llorando cuando se interrumpió para no parar de reírse en todo el día. Cada noche memorizaba cada nuevo insultos, cada nueva burla; cada sonrisa, cada carcajada. ¿No se cansarían nunca?, me pregunté, y comencé a llorar.
Qué buena maestra.
jueves, 22 de agosto de 2013
sábado, 17 de agosto de 2013
—¿Por qué sonríes?
—Porque soy feliz, supongo. ¿Y tú?
—¿Sinceramente? Para disimular.
—¿Para disimular?
—Sí, porque, ¿sabes?, tengo ganas de llorar a todas horas.
—¿Por qué?
—No sé, son muchas cosas. A veces incluso ni entiendo qué me ocurre, supongo que será la cotumbre, quizá mi cuerpo sólo pueda sentir dolor, no sé. La verdad es que estoy triste y es un asco.
—Dices que estás triste, entonces ¿por qué sonríes?
—Para disimular, creo. Me gusta que, aunque yo no pueda sentirme bien, la gente a la que quiero, sí. Y eso sólo se logra con mentiras.
—Y ¿por qué no hablas con alguien? Quizá ayude.
—No me veo con fuerzas de contárselo a nadie, es... complicado.
—Bueno, yo soy alguien, ¿por qué no intentas explicármelo?
—Es una sensación extraña. ¿Te has montado alguna vez en una montaña rusa?
—Sí.
—Estás en la cima del mundo y, de repente, te precipitas al vacío, caes, y parece que va a acabar todo, que nadie va a poder agarrarte, que te vas a estrellar. Y luego está cuando, simplemente, tienes ganas de llorar. Parece como si te ahogases... piensas que te estás muriendo y luego te das cuenta de que solamente necesitabas soltar unas lágrimas. Pero no son unas pocas lágrimas, son las palabras que aún no han sido inventadas para describir lo que te ocurre, el dolor que sientes, la desesperación. Así que, simplemente, cuando te levantas por la mañana, piensas en lo basura que eres y te sientes y pones una gran sonrisa en tu cara. Porque, ¿sabes?, lo descubrí hace poco tiempo, pero la gente no quiere saber qué es lo que te pasa, quieren que estés bien para no tener que saber qué significa ese "es complicado", quieren escuchar un "bien" cuando te pregunten cómo estás, no un "quiero morirme" o un "no aguanto más". Y luego está la gente que te quiere, que hace todo lo posible por ti pero llega un momento en el que ves sus ojos tristes que te miran con impotencia y empiezas a mentir como si no pasara nada, como si todo fuese bien.
Llevo esperando mucho tiempo, la espera es larga, muy larga, y no sé si lo que hay al otro lado valdrá la pena. Estoy asustada, paralizada, no sé si quiero seguir avanzando, si me quiero quedar estancada aquí para siempre, porque lo desconocido me da miedo y sólo porque no sé si lo que vendrá será peor que lo que he pasado ya. Dos opciones: vivir o seguir así. Quiero la primera, pero me llama más la segunda.
Qué mierda.
viernes, 16 de agosto de 2013
Personalmente, me encuentro en el medio de los dos. Muchas personas me han tratado mal, pero sigo sonriéndoles y haciendo que todo va bien aunque duela, pero también estoy emocionada por el futuro, pero no el inmediato, sino el lejano. Uno tan, tan lejano que no tenga que ver a esa gente nunca más, que pueda ser yo, que no me controlen, que no me digan lo que tengo que hacer, que no me juzguen haga lo que haga.
miércoles, 14 de agosto de 2013
martes, 13 de agosto de 2013
Bueno, aunque no sea todo lo que me gustaría decirte, pues quizá aún no hayan inventado palabras para expresar lo que siento, muchas gracias por todo.
sábado, 10 de agosto de 2013
viernes, 9 de agosto de 2013
Y no cambia nada.
Y lloro.
Y no cambia nada.
Palabras... La gente piensa que son sólo eso, palabras, pero se pueden convertir en cuchillas, puñales, dagas, que a su vez pueden derivar en cortes, arcadas, vómitos.
No, no voy a decir "así que pensároslo antes de decir nada" porque ¿para qué? Ellos sólo piensan en sí mismos, si los demás sufren les da igual. Lo importante es que ellos estén bien, no tú. Lo importante es que ellos rían y tú llores. Lo importante es que ellos se sientan bien al decir lo que piensan de lo estúpida o inútil que eres y tú no puedas contestarles porque, como muestra de madurez, no van a escucharte. Lo importante es que ellos disfruten, sonrían, mientras tú te pasas la puta vida pensando que podrías ser mejor, que podrías demostrarles que eres diferente, que no eres tan mierda como realmente parece.