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miércoles, 20 de marzo de 2013

No lo sabes.


Ojalá supieras todas las veces que lloré por ti, las lágrimas inútiles que derramé porque ese día no me habías sonreído, saludado o si quiera mirado; las veces que me he limpiado los ojos en una toalla y la he tenido que tirar a lavar porque estaba manchada de negro; las veces que me he pasado la noche entera despierta pensando en ti mientras lloraba en silencio; las veces que he cogido la cuchilla y he manchado el suelo de rojo; las veces que le he deseado la muerte a ella por estar contigo; las veces que he esperado que me hablaras y me dijeras que todo iba a ir bien; las veces que mis dedos han estado en mi boca; las veces que he dejado de comer pensando que a ti te gustan más delgadas; las veces que me he maquillado más de la cuenta para tapar las ojeras de insomnio provocado por ti; las veces que he gritado tu nombre en mis pesadillas y no estabas ahí cuando despertaba; las veces que te he odiado por no darte cuenta de lo obvio y de lo que todo el mundo sabe. Las veces que he intentado acabar con esto pero no he sido capaz; las veces que te he mirado mientras tú la mirabas a ella; las veces que he gritado con todas mis fuerzas por el dolor indescriptible y persistente en el pecho; las veces que la tristeza ha podido conmigo y me he derrumbado; las veces que he querido arrancarme el corazón para que dejase de latir.
Pero no lo sabes.

1 comentario:

  1. Linda reflexión. Desear fuertemente un poco de aprecio de la única persona que importa.

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